Para preparar esta receta de origen hindú, lo más importante es tener la mezcla de especies «Garam Masala», la leche de coco y el yogur, El resto de las especies pueden ser optativas. En realidad, la receta original lleva algunas más pero dudo, que muchos paladares, puedan identificar tal cantidad de especies. Otras especies que suelen poner son: cilantro fresco, semillas de cilantro molido, jengibre fresco rallado, hojas de curry, cardamomo, etc.

El toque picante se puede conseguir bien con una parte de pimentón picante o, en su defecto, con una cayena desmenuzada. 

Lo primero es mezclar todas las especies en un bol y separar en dos mitades.

Una de las mitades se mezclará con el yogur natural y servirá para macerar, en una bolsa de plástico y en la nevera, el pollo que previamente estará sin piel y sin huesos. Hacer porciones de bocado.

El tiempo de maceración es de unas tres horas pero, lo ideal, es dejar una noche en la nevera.

Freír ligeramente el pollo en una sartén con un poco de aceite (en la receta original sería algo de mantequilla) y reservar.

Preparar, en la misma sartén y con los restos de la fritura, un sofrito con la cebolla y los ajos picados. Agregar, seguidamente, el tomate triturado y la otra mitad restante de las especies mezcladas.

Pasar el sofrito de tomate con las especies al vaso de una batidora y triturar hasta conseguir una masa homogénea.

Continuar utilizando la misma sartén, colocar la masa de sofrito con especies y la leche de coco. Dejar un par de minutos a fuego medio. Se puede sustituir la leche de coco por nata de cocinar algo diluida con leche de vaca.

Poner, seguidamente, los trozos de pollo previamente fritos y dejar cocinar otro rato hasta que el pollo esté bien cocinado.

Servir con arroz blanco cocido. Lo tradicional sería arroz basmati. No obstante, se puede utilizar el típico arroz blanco español, por eso de mezclar culturas.