Cocer las patata con piel y las, zanahorias peladas en abundante agua con algo de sal. Igualmente cocer, en recipiente separado, los huevos. Poner abundante sal para que luego se puedan pelar más fácilmente.

Utilizar una lata de bonito al natural (sin aceite) y escurrir muy bien de todo el caldo (apretar con una cuchara contra un colador fino para dejar bien seco) y desmigar.

Pelar las patatas y trocear en cuadraditos muy pequeños con cuchillo. Proceder de igual forma con la zanahoria y los huevos duros. Debe quedar muy fino. Insisto muy fino. Los tropezones gordos de las verduras con mayonesa podrá ser cualquier cosa pero no es una buena ensaladilla rusa.

Poner guisantes u otras verduras en la ensaladilla es pecado, al igual que utilizar los preparados comerciales congelados. No es que esté algo peor es que será un asco.

Mezclar bien la patata, zanahoria, huevo duro y bonito.

De la misma forma está prohibida la mayonesa de bote. Hay que hacerla casera, con un huevo, aceite de girasol, unos pellizcos de sal y un chorrito de limón o lima.

Mezclar bien la base de verduras con la mayonesa recién hecha. Tiene que quedar cremoso, con las verduras apenas perceptibles. Adornar, con más mayonesa, huevo duro rallado, media aceituna, una tira de pimiento morrón o una cola de gamba cocida,  unas puntas de espárragos blanco, medio corazón de alcachofa en lata, huevas de pescado, etc.  En los adornos se puede ser todo lo creativos que queramos pero no, con la ensaladilla rusa.

Un par de picos andaluces son la compañía perfecta de la ensaladilla rusa.