Ingredientes (1/2 litro)
2 cucharada sopera de mantequilla
2 cucharada sopera de aceite de oliva
2 cucharadas soperas de harina
2 tazas de leche entera
1/2 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de nuez moscada
2 cucharadas de queso rallado (opcional)
Receta
No es necesario pero si se quiere una bechamel más fina se puede tamizar la harina. Las cantidades indicadas son la una salsa bechamel fluida. Si se quiere más espesa para croquetas hay que subir las cantidades de harina.
En una sartén se pone la mantequilla a templar junto con el aceite de oliva extra virgen.
Cuando está derretida la mantequilla poner la harina y remover con una cucharada de madera hasta que comienza a tomar algo de color. Hay que tener cuidado de no quemar la harina.
En este punto, con el fuego muy bajo, se va añadiendo la leche templada poco a poco y removiendo constantemente con una cuchara de madera o con unas varillas (preferiblemente de madera o silicona para evitar rallar la sartén).
El secreto está en añadir poca leche, integrar con la harina y repetir el proceso sin dejar de remover. Continuar el proceso hasta acabar con la leche.
Añadir sal y nuez moscada al gusto.
Dejar cocinar a fuego bajo unos minutos removiendo la salsa para que no se hagan grumos. Al poco tiempo comenzará a espesar.
En función del tipo de preparación para que se vaya usar, se puede añadir queso rallado, manteniendo a fuego muy suave para que el queso se mezcle y derrita.
La salsa bechamel endurece cuando se va enfriando. Para que no se haga costra es necesario tapar con papel film en contacto con la salsa. Este proceso será necesario si se trata de hacer croquetas.