En muchas ocasiones nos encontramos con restos o pequeñas cantidades que, por lo general, tratamos de conservar y, pasado un cierto tiempo, acaban en la basura. Igualmente, a la hora de recalentar restos se cometen barbaridades que arruinan la receta y no hay quien lo coma. Con algo de imaginación e interés, podemos evitarlo. Aquí se pueden encontrar algunas ideas, unas muy conocidas y otras no tanto.
Recalentar
Las prisas hacen que se utilice el microondas como el gran electrodoméstico para calentar cualquier cosa en minutos. Lo que ocurre es que en la mayoría de las ocasiones desgraciamos el alimento.
Los microondas producen un calentamiento muy brusco y rápido con elevada evaporación de líquidos.
Este proceso hace que los alimentos se resequen en exceso y que todo el interior del microondas se llene de salpicaduras.
Para ello se suelen utilizar tapas especiales para microondas, que tienen orificios para la salida del vapor o simplemente papel film donde hacemos algunos orificios.
De cualquier forma, salvo para agua o alimentos muy líquidos como consomé o fondos de cocina el microondas no es nada recomendable.
- Para salsas, purés o guisos lo mejor es el baño maría. Podemos utilizar un cazo pero deberemos calentar a temperatura baja, remover y añadir un poco de agua para reponer el liquido que se evaporará.
- Para sopas utilizaremos cazo y placa de cocina pero, igualmente lo haremos a fuego lento y añadiendo líquido.
- Para asados hay que utilizar las bolsas de asado. Introduciremos las piezas con su salsa y cerraremos y pondremos en el horno a temperatura media o baja para que se caliente homogéneamente. La bolsa evita la pérdida de líquidos y no reseca el asado.
- Los arroces secos como arroz blanco y especialmente paella se calientan en sartén antiadherente, a fuego medio o bajo. Se pueden añadir unas gotas de aceite pero no es necesario.
- Para calentar un trozo de pizza del día anterior poner en una sartén antiadherente, a fuego medio, durante un par de minutos. Calentaremos hasta que el fondo quede crujiente y, después, añadiremos dos gotas de agua a la sartén, bajaremos el fuego y cubriremos con una tapa. Un minuto más y tendremos el queso nuevamente suave como el de una pizza recién horneada.
- Algunas preparaciones están mejor recalentadas al día siguiente como es la fabada asturiana o el potaje. Otras preparaciones no aceptan nada bien ser recalentadas o, incluso, mejor comer del tiempo (la tortilla de patatas y en general todas las frituras).
- Los pescados al horno o las carnes a la plancha son igualmente un problema. Es preferible pensar en alguna receta de aprovechamiento.
- Otras elaboraciones no tienen más destino posible que la basura así que mejor ser comedidos con las cantidades. En concreto los arroces caldosos y los espaguetis carbonara son dos ejemplos.
Cocina de aprovechamiento
- De los restos del cocido no se tira nada. La tradición de nuestras abuelas, cuando la escasez era el plato nuestro de cada día, idearon toda una batería de platos, muy sabrosos todos, para aprovechar los restos del cocido: las croquetas de la carne de ave sobrante y puntas de jamón, la ropa vieja de la carne de morcillo sobrante, los garbanzos fritos con cebolla y el chorizo, panceta y tocino (se puede incluir resto de patata y zanahoria). Igualmente se puede aprovechar los restos de carne morcillo, punta de jamón y gallina para preparar una sopa de menudillos con el caldo sobrante del cocido, un huevo duro picado y algo de arroz blanco.
- El pan duro tiene muchas aplicaciones y, por lo general, se tiende a tirar. Con los actuales electrodomésticos –y algo de paciencia- se puede triturar, colar y tendremos pan rallado. Pero, además, se utiliza para muchas recetas como: gazpacho, pan de ajo, torrijas, migas castellanas, pudin… Igual se puede aprovechar para picatostes para las cremas o hacer tostadas que con queso y gratinadas se puede incorporar a una sopa de cebollas. La misma tostada con algo de mayonesa con ajo queda fenomenal en una sopa o crema de mariscos.
- Cuando sobra redondo de ternera se pueden hacer varias cosas. Por un lado se puede picar e incorporar a una lasaña, unas empanadillas con tomate o en croquetas. Igualmente, si lo cortamos muy fino se puede utilizar como el fiambre para hacer unos estupendos bocadillos.
- Los bocadillos (incluidos los que se llevan los niños al colegio) son aburridos y no se salen de los tradicionales fiambres, patés cremas de chocolate y similares. Pero hay muchos restos que están “divinos” a media mañana en forma de bocadillo. Estos son algunos ejemplos: un trozo de tortilla de patata, un par de longanizas frescas que han sobrado, el redondo de ternera sobrante, un par de piezas de cinta de lomo adobada, restos de conservas de atún o bonito en pan tostado con unas tiras de morrón o piquillo …
- Si alguna vez estás preparando un sándwich y le quitas las cortezas no se te ocurra tirarlas. Se pueden hacer unos magníficos picatostes para el desayuno. Hay que freír en abundante aceite y pasar por azúcar con canela.
- La mayonesa es una elaboración que hay que consumir en menos de 48 horas –y siempre en la nevera-. Por dicha razón, es muy usual que al prepararla, siempre tengamos algún resto (no podemos hacer menos de un huevo). Una forma de utilizarla es en gratinados. Siempre solemos pensar en gratinar con salsa bechamel pero la mayonesa es igualmente apta para cubrir algún alimento y gratinar. Por ejemplo, un sándwich de jamón york y queso cubierto de mayonesa y gratinado en el horno. Igualmente podemos preparar cientos de canapés usando la mayonesa sobrante que utilizaremos como entrante de una cena o comida, por ejemplo una tostada de pan con una base de mayonesa en la que pondremos ajo bien picadillo y unas buenas anchoas en salazón.
- Un uso perfecto de la mayonesa es añadir algo de ajo bien picado. El ajo es un excelente conservante y antibactericida. Luego añadimos a una patata troceada y cocida y, con un poco de perejil por encima, tenemos unas magníficas patatas Ali-oli para picar.
- Lasaña, croquetas, empanadillas son las elaboraciones ideales para aprovechar cualquier tipo de resto de carnes de vacuno, ave y pescado.
- Si se preparan tortillas sólo de clara de huevo –aquellos que tienen que controlar el colesterol alto- las yemas se ponen en una bolsita de papel film e, inmediatamente, a cocer en agua. Cuando tengamos la yema cocida se puede utilizar para preparar una vinagreta y aliñar ensaladas, para incorporar troceado en una sopa de fideos o en croquetas, ensaladilla rusa…
- Si hemos cocido demasiadas patatas para alguna preparación o guarnición y nos han sobrado se pueden cortar de forma más o menos regular y saltear en mantequilla con algo de aceite de oliva. Son una magnifica guarnición para acompañar las carnes.
- Los guisantes en conserva se pueden usar en las sopas de verduras o junto con otros restos de conservas vegetales como las alcachofas y judías verdes se pueden rehogar con cebolla y unos taquitos de jamón y algo de pimentón y se utilizan como guarnición
- Unos restos de conserva de atún o bonito son un magnifico bocadillo si tostamos el pan y añadimos unas tiras de pimiento morrón.
- Restos de conservas de pimiento morrón o piquillo se pueden utilizar para acompañar cualquier carne si los salteamos en una sartén con unas láminas de ajo.
