A la hora de cocer un huevo el procedimiento es siempre el mismo pero el resultado es muy distintos en función del tiempo de cocción. El tiempo puede variar algo en función del tamaño de los huevos pero, por regla general tendremos: huevos pasados por agua –tres minutos en agua hirviendo- que tendrá una yema semi-cuajada y la yema líquida; huevos mollete –cuatro minutos y medio- la clara bien cuajada y la yema líquida; huevos duros -11 minutos- clara y yema cuajada.

Los huevos hay que pincharlos con una aguja en la parte superior para evitar que se agrieten e, igualmente, hay que añadir una buena cucharada de sal en el agua.

Los huevos se introducen con cuidado y con una cuchara para evitar que se rompan y se agitan el agua para que la yema quede centrada.

Es muy conveniente poner un temporizador o cronómetro para controlar el tiempo exactamente. Una vez pasado el tiempo hay que sacar los huevos y poner en agua fría para evitar que la cocción continúe después de sacar del agua hirviendo.

Los útiles para abrir la cascara de los huevos mollete o pasados por agua son muy útiles. Al abrir el huevo mollete pondremos unas gotitas de aceite de oliva extra virgen y un pellizco de sal en escamas. Sé suelen servir con unas tiras de pan tierno para mojar.

También se puede tener cocederos de huevos que disponen de medidas de agua para asegurar el punto de cocción.