Ingredientes (3 raciones)
20 gambas terciadas o grandes (la mejor es la gamba blanca de Huelva)
2 puñados de sal gorda
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Receta
Para este tipo de preparación las gambas tienen que estar sin pelar. En España se comen con los dedos y hay muchos aficionados a chupar las cabezas. No resulta muy elegante para una comida o cena formal pero son una delicia como aperitivo informal con una buena cerveza rubia bien fría.
Las gambas tienen que ser terciadas o grandes (no sirven las pequeñas o arroceras que sólo sirven para dar sabor a caldos o arroces) y pueden ser, perfectamente, congeladas pero crudas. Se puede utilizar una plancha específica o, igualmente, puede servirnos una sartén amplia o paellera.
Poner un chorrito de aceite en la plancha y repartir por su superficie utilizando un papel de cocina. De esta forma se retira el exceso de aceite ya que queremos hacer unas gambas a la plancha y no un frito de gambas. Con el fuego al máximo dejar calentar la plancha y antes de que comience a quemar el aceite añadir un par de puñados generosos de sal gorda.
La sal gorda debe estar bien repartida por la sartén y seguidamente colocamos las gambas en la plancha sobre la sal. Las gamba no deben estar más de dos minutos por cada lado (casi tenemos que comenzar a darles vuelta cuando hemos acabado de colocarlas en la plancha). Se deben comer recién sacadas de la plancha.