Ingredientes (2 raciones)
500 Gr fabes asturianas
1 cebolla
2 chorizo asturiano
2 morcilla asturiana
200 Gr lacón salado
200 Gramos
tocino veteado
3 cucharadas soperas de aceite de oliva extra virgen
1 cucharadita de pimentón dulce
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
Receta
Esta receta solo se puede hacer con productos asturianos. Las judías o fabes, la morcilla ahumada o el chorizo asturiano tienen un sabor muy especial y difícil de encontrar en los productos de otras regiones. Por ello, es preferible adquirir un paquete preparado y con denominación de origen. Se puede añadir algo de oreja de cerdo y/o manitas de cerdo, que harán que el caldo sea más gelatinoso. Esta preparación está mejor de un día para otro.
Las fabes hay que dejarlas en remojo, en abundante agua fría, la noche anterior. El recipiente debe ser grande y con bastante agua ya que las fabes absorben el agua y engordan casi al doble. Si alguno de los productos incorporados son salados o en salazón hay que dejarlos, igualmente, el día anterior en agua para que pierdan el exceso de sal
La receta es muy sencilla ya que todos los ingredientes se ponen en crudo y en una olla grande con agua. La cantidad de agua será la necesaria para cubrir todos los productos y un par de dedos por encima.
Cuando el agua comienza a hervir se rompe la ebullición con medio vaso de agua fría. Es lo que se llama asustar a las fabes y el efecto es que la fabe quede entera y no se despelleje. Este proceso habrá que repetirlo un par de veces más.
La cocción llevará entorno a las dos horas a fuego lento o hasta que las fabes estén tiernas. Se debe evitar remover con cuchara ya que las fabes podrían romperse. Es preferible agitar suavemente la cazuela. Hay que controlar que tengan suficiente caldo y, en caso necesario, se añade agua.
La sal no se incorpora hasta el final si es necesario. Para ello probaremos casi al final de la cocción y pondremos al punto. Si hemos puesto algún producto que estaba en salazón no será necesario.