1919 – El Tratado de Versalles

Tratado de Versalles

La ignominia del Tratado de Versalles

Antecedentes

El Tratado de Versalles fue firmado el 28 de junio de 1919, cinco años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, que había desencadenado la Primera Guerra Mundial. Este tratado marcó el final formal de la guerra y fue firmado entre las Potencias Aliadas y Alemania. Los puntos clave y acuerdos establecidos en el tratado son:

  • Responsabilidad por la guerra: El artículo 231, a veces conocido como la «cláusula de la culpa de la guerra», establecía que Alemania y sus aliados eran responsables de todos los daños sufridos por las Potencias Aliadas y Asociadas durante la guerra. Alemania tuvo que aceptar esta cláusula para poder firmar el tratado.

  • Reparaciones: Alemania fue obligada a pagar «reparaciones» a las potencias aliadas para compensar los daños de guerra. El monto total no se especificó en el Tratado de Versalles, pero más tarde fue establecido en 132 mil millones de marcos de oro. Casi tres veces el PIB estimado de Alemania en 1920.

  • Desarme: Alemania se vio obligada a desarmarse significativamente. Su ejército se limitó a 100,000 hombres, se prohibió el servicio militar general, se eliminó la Fuerza Aérea alemana y se limitó la Marina de Alemania a barcos de un tamaño específico.

  • Territorio: Alemania perdió alrededor del 13% de su territorio europeo. Alsacia-Lorena fue devuelta a Francia, y Bélgica, Dinamarca y la recién creada Polonia también obtuvieron territorio. Además, todas las colonias alemanas en África y el Pacífico fueron confiscadas y controladas por la Liga de Naciones, que luego las distribuyó a varias potencias coloniales en «mandatos».

  • Mapa político: Se crearon naciones nuevas y se modificaron multitud de fronteras. Por ejemplo,Checoslovaquia: Se creó a partir de los territorios checos y eslovacos del antiguo Imperio Austro-Húngaro. Yugoslavia: A partir de la unión del Reino de Serbia, el Reino de Montenegro y la parte sur del Imperio Austro-Húngaro habitada por eslavos del sur. Polonia: Fue restablecida como nación después de más de un siglo de particiones entre Rusia, Prusia y Austria. Finlandia: Se le concedió la independencia de Rusia. Estonia, Letonia y Lituania: Estos países bálticos también obtuvieron su independencia de Rusia.

  • Liga de Naciones: Se creó la Liga de Naciones, una organización internacional para mantener la paz mundial y prevenir futuros conflictos. Alemania (y la Unión Soviética) no fueron miembros fundadores y solo se les permitió unirse después de demostrar su capacidad para mantener la paz.

El Tratado de Versalles fue esencialmente redactado por los líderes de las «Cuatro Potencias», que se conocieron como los «Cuatro Grandes». Estos eran:

  • Woodrow Wilson: El presidente de los Estados Unidos, cuyo plan «Catorce Puntos» se considera la base del Tratado de Versalles. Wilson es conocido por la propuesta de la creación de la Liga de Naciones, una organización internacional destinada a prevenir futuras guerras.

  • Georges Clemenceau: Como primer ministro de Francia, Clemenceau deseaba asegurar que Alemania no pudiera amenazar a Francia nuevamente. Es conocido por exigir duras reparaciones y sanciones contra Alemania.

  • David Lloyd George: Primer ministro del Reino Unido, que jugó un papel intermedio entre las posiciones de Wilson y Clemenceau. Lloyd George estaba preocupado por los posibles efectos negativos de castigar demasiado severamente a Alemania.

  • Vittorio Emanuele Orlando: Primer ministro de Italia, que buscaba la expansión territorial, especialmente a expensas de Austria-Hungría. Sin embargo, Italia quedó en gran medida insatisfecha con el tratado final.

Los verdaderos objetivos

Una visión más global y real de los objetivos que buscaban, especialmente los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido eran consolidar su posición de liderazgo mundial basada en los modelos coloniales, dejar desarmada y sin capacidad económica a Alemania, desmembrar el imperio Austro-Húngaro y contener el avance comunista de la Unión Soviética. Poco importaban otras consideraciones.

Por supuesto, en estas decisiones, de un profundo calado e importancia para una ingente cantidad de personas, sólo participaban los lideres políticos de las potencias vencedoras y con sus particulares visiones e intereses personales.

Por ejemplo, La propuesta de Japón para una cláusula de igualdad racial en el Tratado de Versalles, fue un tema importante de desacuerdo. La cláusula propuesta declaraba que todas las naciones debían ser iguales y que los ciudadanos de cada nación deberían ser tratados igualmente independientemente de su raza o religión. Parece, a todas luces, algo bastante razonable.

En principio, la propuesta fue apoyada por la mayoría de los países, pero se encontró con la fuerte oposición de las potencias occidentales, especialmente de Australia y del Reino Unido, que tenían políticas raciales de inmigración restrictivas. La delegación británica, bajo presión de Australia y otros dominios británicos, no podía apoyar la cláusula.

Estados Unidos, bajo la presidencia de Woodrow Wilson, también se opuso. La oposición de Wilson puede haber estado influenciada por las preocupaciones políticas sobre cómo una cláusula de igualdad racial podría afectar en sus propios territorios.

La negativa a incluir la cláusula de igualdad racial fue un factor que contribuyó al distanciamiento de Japón de las potencias aliadas en las décadas posteriores, allanando el camino para su alineación con Alemania e Italia durante la Segunda Guerra Mundial.

Las consecuencias

Se puede decir, de forma categórica, que el Tratado de Versalles consiguió exactamente lo contrario de lo que pretendía lograr. Sin ningún tipo de paliativos. Es el mayor ejemplo de la necedad de los políticos narcisistas y de las nefastas consecuencias de pretender, que desde la política, se pueden cambiar las realidades sociales a golpe de decreto.

No hay nada mejor que constatar los resultados:

  • La tremenda humillación impuesta al pueblo alemán y las ingentes cargas económicas impuestas permitieron el avance y la toma del poder por parte de Hitler.

  • El trato de segundones, aplicados a otros aliados, como Japón e Italia posibilito el avance de los partidos nacionalistas y el distanciamiento de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.

  • El comunismo, especialmente con la llegada de Stalin, continuo su penetración en Occidente mediante la creación de partidos comunistas asesorados y financiados por el Partido Comunista de la Unión Soviética.

  • La Liga de las Naciones se mostró incapaz de mantener la paz. Fue totalmente inútil desde su misma creación.

  • La gran mayoría de las nuevas naciones han resultado fallidas, entrado en conflictos bélicos, guerras civiles y modificado sus fronteras. En algunos casos son, aún hoy en día, foco de inestabilidades, como los Balcanes.

En definitiva, el Tratado de Versalles se puede considerar como el prologo anunciado, y firmado por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, de la Segunda Guerra Mundial. La crisis del 29 sólo supuso el catalizador de unas bases previamente establecidas y que ya favorecían el conflicto armado.

Es de suponer que, cuando menos, algo se pudo aprender de la ignominia del Tratado de Versalles y, de esa forma, los acuerdos y tratados que supusieron el final de la Segunda Guerra Mundial fueron mucho más conciliadores, menos revanchistas, y permitieron que los pueblos alemán, japones e italiano, pudieran salir adelante. Claro que igualmente, se volvieron a cometer errores, como la cesión de toda Europa del Este al régimen del dictador Stalin o la creación de un sustituto de la Liga de las Naciones, la ONU, inoperante igualmente para mantener la paz y que se ha convertido en una burocracia, ingente y costosa, para favorecer ciertas ideologías.

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