Esta receta se puede preparar con lentejas pardinas que no requieren haber estado previamente en remojo, como si ocurre con la lenteja de tipo castellana, que es más grande.

Freír las dos rebanaditas de pan y el diente ajo pelado entero. Poner en el mortero junto con una cucharadita pequeña de perejil picado y machacar hasta que quede una pasta.

No poner sal hasta el final ya que el caldo tendrá sal y se concentrará por la evaporación.

Sofreír media cebolla picada hasta que comience a estar doradita, agregar entonces tres cucharadas de tomate triturado y dejar un par de minutos. Retirar el fuego y añadir una cucharadita de pimentón dulce removiendo el conjunto.

En una olla poner una taza de lentejas, un buen trozo de chorizo, la punta del jamón, un trozo de tocino y una hoja de laurel. Agregar dos tazas caldo de jamón o de caldo de pollo y tres tazas de agua y tapar.

Incorporar el majado de pan frito y el sofrito de tomate al conjunto. Cocinar a fuego lento hasta que las lentejas estén tiernas.

Unos 20 minutos antes de finalizar se puede agregar una patata, no muy grande, cortada en cuadraditos y una zanahoria en finas rodajitas y probar el punto de sal y sazonar en su caso

Sacar el chorizo, jamón y tocino y trocear para que cada comensal pueda servirse a su gusto.