Ingredientes (2 raciones)
4 Huevos
1 taza de aceite de oliva extra virgen
1 cucharadita de sal en escamas
Receta
Freír un huevo puede parecer una tontería pero si queremos que quede realmente bien hay que tomar su tiempo y sus precauciones.
Por supuesto los huevos deben ser muy frescos. Para que la clara quede con puntilla y la yema no se quede excesivamente hecha hay que separa clara y yema y hacer en dos veces el huevo frito. Se puede utilizar un utensilio especial para separar la yema, que facilita el proceso.
En una sartén con buen antiadherente poner generosamente aceite de oliva extra virgen y calentar. Cuando está muy caliente, próximo a comenzar a salir humo, poner la clara del huevo –que previamente estará en una taza de loza para facilitar el proceso-.
Cuando la clara está casi hecha ponemos en el centro la yema, con cuidado de no romperla, y ayudado por una espumadera se echa algo de aceite caliente para que se cocine un poco la yema. Sólo unos segundos para que tome un color algo más blanquecino, pero que quede bien líquida.
Con la espumadera sacar el huevo escurriendo el exceso de aceite. Sazonar con sal en escamas. La espumadera la deberemos sumergir, previamente, en el aceite caliente para evitar que se adhiera a la clara del huevo
Se puede tener preparados unos ajos fritos en forma de “chips”, que colocamos por encima del huevo y unos bastones de pan que servirán para la pringada.
Estos huevos fritos se acompañan de patatas fritas, arroz blanco y/o chistorra pasada por la sartén.