Según todo parece los antiguos babilonios y posteriormente los egipcios ya conocían que la Tierra gira entorno del Sol y que el período de tiempo de una rotación completa era de 365 días. El problema con el número 365 era que las operaciones se hacían muy complejas y que, por el contrario, una aproximación a 360 presentaba muchas ventajas ya que, es múltiplo del número 60 que tiene muchos divisores exactos (1,2,3,4,5,6,10,12,15,20,30 y 60).
De lo anterior llegaron a la convención de que la circunferencia tendría 360 divisiones -los 360 grados- y cada cuarto tendría, por consiguiente, 90 grados.
Por otra parte, la forma de contar de los egipcios era sencilla: extendían la mano derecha y con el pulgar señalaban cada una de las tres falanges de los cuatro dedos restantes, un total de doce falanges (4 x 3 = 12). Al llegar a la última levantaban un dedo de la mano izquierda. Así sucesivamente. Cuando había un dedo levantado en la mano izquierda habían contado doce unidades, dos dedos 14 unidades, tres dedos 36 unidades, cuatro dedos 48 unidades y cinco dedos 60 unidades. ¿Nos recuerda a algo la sucesión de números 12, 24, 36, 48, 60? Efectivamente, las horas en que está dividida la duración de un día que tiene su origen en esta forma de contar de los antiguos egipcios.
Por dicha razón la división de la circunferencia y las medidas del tiempo no utilizan el sistema decimal tan extendido en cualquier otro tipo de unidad de medida.