El modelismo que cuenta con un mayor número de aficionados y un catálogo comercial casi infinito de modelos es el de plástico. La razón del éxito de este tipo de modelos es la facilidad para trabajar el plástico, lo calidad de detalles de tamaño casi microscópico y el reducido número de herramientas, todas manuales, necesarias para montar un modelo.
La parte más complicada es la pintura y el acabado. En este caso si se necesita una buena cantidad de colores, tipos de pinturas, pinceles y se hace imprescindible un buen aerógrafo con compresor incluido.
Este tipo de modelismo está especialmente orientado hacía las armas de la II Guerra Mundial y hay verdaderos artistas capaces de recrear dioramas de un realismo increíble.