Planos
Procederemos a traspasar los planos de la falsa quilla y las cuadernas. En este modelo son 16 cuadernas, quilla, codaste, proa y pala de timón, así como 8 refuerzos para la proa y la popa.
Antes utilizaba fotocopias pero resultaba un proceso muy complejo: los planos de un tamaño superior a un A-4 (era necesario solapar y pegar con celo), hay que pegar con algún adhesivo o cinta celo el papel a la madera y tenderá a despegarse y molestar mucho durante el corte con la sierra y posteriormente hay que dedicar mucho tiempo a despegar las fotocopias de la madera.
La mejor técnica que he podido probar es poner los planos originales directamente sobre las planchas de madera y marcar los puntos con punzón. En las zonas con curvas habrá que espaciar sucesivos puntos y el proceso es algo más lento pero muy seguro. Por supuesto en rectas sólo hay que marcar las intersecciones con el punzón y luego usar regla y portaminas. Es básico marcar con lápiz y regla, los ejes centrales de las cuadernas y numerar e identificar tanto las cuadernas como los encajes en la falsa quilla. En la falsa quilla marcaremos igualmente con regla y asegurándonos de la verticalidad, la línea de unión entre falsa quilla y cada una de las cuadernas.
Para cuadernas y falsa quilla utilizaremos madera de contrachapado con pegado fenólico (evitaremos problemas de deformaciones) pero, para las partes vistas que no estarán cubiertas por el forro del casco, esto es: proa, quilla, codaste y timón deberemos usar madera en plancha de caoba o nogal. Es muy importante determinar el grosor exacto de las maderas que utilizaremos. Hay que tener presente que los encastres de las cuadernas son los que determinan dicho grosor. De otra forma tendríamos que modificar los planos para que se ajusten al grosor de nuestra madera. Eso sí, tiene que tener el suficiente grosor ( 6 mm es bastante común) para asegurar la solidez de la estructura que luego tendrá mucha tensión por el forrado del casco.En algunos casos tendremos que unir dos tablones para poder disponer de espacio suficiente para alguna pieza.
Esto es usual en algunas proas que tienen dimensiones superiores a los tablones comerciales de estos materiales. En tal caso tendremos que encolar los cantos de dos tablones y fijar con gatos durante todo un día. Luego lijas de varios tamaños y pulido con lana metálica.
Igualmente hay que desechar cualquier tablero que presente la más mínima deformación o dedicar tiempo en humedecerla y dejarla con gatos entre paneles metálicos para alisarlos. Si utilizamos algún tablero deformado luego tendremos todos los problemas del mundo para conseguir una buena estructura.
Corte y lijado
Ahora toca utilizar la sierra de cinta -con un pelo de madera de sierra de calidad y no excesivamente grueso-. Esta tarea requiere una buena sierra de marquetería con control de velocidad y mucha práctica previa. Con practica que consiguen muy buenos cortes y luego reduciremos el tedioso trabajo de lijado. Al principio es preferible utilizar velocidades muy bajas y luego, con mayor destreza, podremos aumentar la velocidad y eficacia del corte. Con practica o sin ella hay que estar provisto de una buena cantidad de pelos de sierra de repuesto, tanto por el desgaste como por la rotura en ciertos tipos de cortes.
Al principio se tiene bastante precaución para no poner los dedos cerca del punto de corte de la sierra pero, con el tiempo y utilizando la velocidad más baja que se pueda, se van acercando las manos y el corte se hace más preciso. Además, en algunas piezas de tamaño muy pequeño no habrá más remedio. De momento, y después de haber utilizado una buena cantidad de tiempo con la sierra y cortado piezas del tamaño de un sello de correos no he tenido ningún percance.
Por muy bueno que sea el corte con la sierra no habrá más remedio que repasar a conciencia las piezas con tacos de lijas y rascadores para matar todos los bordes y dejarlos homogéneos y lisos. Para esta tarea no es conveniente utilizar ningún tipo de lija eléctrica ya que requiere ir dando la forma a la pieza con cierto cuidado y mimo. Lo ideal es haber realizado el corte justo por la parte exterior de la marca de lápiz y ahora ajustar al máximo pero sin comer madera y teniendo siempre visible un poco de la línea del lápiz. Una aspiradora a mano nos será de mucha utilidad para ir retirando el polvo de serrín que generamos en estas tareas. Hay que dedicar tiempo y cuidado luego lo agradeceremos infinitamente en la fase de montaje de la estructura y posterior forrado del casco.
Montaje de la estructura
Ciertas piezas vendrán en el propio plano en dos piezas, por ejemplo la falsa quilla, que luego tendremos que encolar, encajar y mantener fijos con gatos. Es muy recomendable dejar un día para que el encolado sea bien resistente. Después comenzaremos a encolar y encastrar cada cuaderna en su correspondiente encastre de la falsa quilla. Debemos ser sumamente exigente en la correcta posición. Nos ayudaremos con reglas y calibradores y luego colocaremos ángulos de acero (yo utilizo las escuadras que se utilizan para poner baldas de librería) para asegurarnos de que todas las cuadernas están en ángulo recto respecto a la falsa quilla.
Proa y popa
Usualmente los planos incluyen los refuerzos de la proa y la popa pero yo prefiero rellenar con madera de balsa dando forma con un taco de lija (la madera de balsa se lija como mantequilla) y dejo una proa y popa maciza que recibirá mucho mejor los listones curvados de estas zonas. Hay que poner bien de cola para que todo el conjunto quede sólido.
Ahora volveremos a verificar escuadras y alineaciones de las cuadernas y utilizaremos, en caso necesario, tacos de madera y gatos para reforzar o corregir pequeñas desviaciones (si hay alguna desviación severa deberemos desencolar y volver a encolar.
Antes de comenzar a forrar el casco deberemos colocar la quilla, la proa el timón y lijar las cuadernas hasta tener asegurado un asentamiento homogéneo de los listones de madera pero eso requiere otra entrada en el blog.
