- Elige el arroz adecuado: Para esta preparación, el arroz bomba es ideal (grano corto y redondo). Se trata de una técnica comúnmente utilizada en España, especialmente para acompañar platos como guarnición.
- Preparar la base: En una cacerola, calienta un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Añade un diente de ajo sin pelar pero ligeramente aplastado y sofríelo a fuego medio hasta que comience a dorarse ligeramente, liberando su aroma.
- Incorporar el arroz: Una vez que el ajo tome color, agrega el arroz y remueve durante unos 30 segundos para que los granos se impregnen con el aceite. Este paso ayuda a sellar los granos y mejorar su textura final.
- Añadir el agua: Inmediatamente después, añade el agua en una proporción de 2 partes de agua por 1 parte de arroz. Por ejemplo, si estás utilizando una taza de arroz, añade dos tazas de agua.
- Sazonar y soltar el arroz: Añade media cucharadita de sal y un par de cucharaditas de zumo de limón. El limón ayuda a que el arroz quede más suelto, evitando que se apelmace.
- Cocción: Cocina a fuego medio durante 15-20 minutos, hasta que el arroz haya absorbido todo el agua. No remuevas para evitar que el arroz suelte más almidón y se apelmace.
- Reposo: Retira la cacerola del fuego y cúbrela con un paño de cocina limpio (no utilices una tapa). El paño ayudará a retener el vapor sin que se condense, evitando que el arroz se humedezca de nuevo. Deja reposar el arroz durante unos 5 minutos.
- Servir: Pasado el tiempo de reposo, el arroz estará listo para servir. Será suelto, aromático y perfecto como guarnición para cualquier plato.