Ingredientes (2 raciones)
4 tazas de caldo de pollo
1 cucharadita de orégano
1 cucharadita de aceite de oliva extra virgen
1 trozo de calabacín
1 zanahoria grande o dos medianas
5 judías verdes
1 rama de apio
1 puerro
Receta
Trocear las verduras al gusto. Puede ser en dados o en tiras. El tamaño no debe ser ni excesivamente grande ni demasiado pequeño ya que se debe poder comer con cuchara.
Las verduras a utilizar son orientativas. Igualmente se podría incluir, cebolla, patata, daditos de coliflor o brócoli, etc. Por el contrario el plato no acepta bien el pimiento, que tiene un sabor excesivamente fuerte, o la berenjena. Miramos en la nevera y utilizamos las verduras que tenemos y aquellas que estén más próximas a caducar o ponerse malas.
Lo que si hay que controlar es que la cantidad total de verduras sea razonable en relación con los comensales y el caldo y que no nos quede una sopa excesivamente espesa.
Poner en una olla el caldo y la media taza de agua. Añadir el orégano y el aceite de oliva extra virgen. La media taza de agua es el líquido que se evaporará durante la cocción y, de esta forma, el caldo no quedará excesivamente concentrado y salado.
Las verduras se pueden añadir todas al mismo tiempo pero, es aconsejable incorporar, en primer lugar, aquellas que son más duras y en último lugar, dejando un par de minutos, entre cada incorporación, las más duras.
Servir en cuencos de loza o en plato hondo. Incluir en el servicio de mesa queso rallado o en polvo –preferiblemente parmesano– por si alguien quiere incorporar el queso en la sopa.