Picar muy bien la cebolla y el ajo y poner en una cazuela con aceite de oliva extra virgen. Los pimientos los cortamos en cuadrados no muy pequeños e incorporamos a la sartén junto con una hoja de laurel. Dejar pochar a fuego lento durante unos 15 o 20 minutos.

Agregar tres cucharadas de tomate triturado y cocinar durante 5 minutos. Incorporar, seguidamente, el chorizo entero y las patatas cascadas y remover. Añadir media cucharada de harina y dejar cocinar un par de minutos. Finalmente, incorporamos una cucharadita pequeña de pimentón dulce.

Antes de que el pimentón se pueda quemar añadir medio vasito de vino blanco. Dejar evaporar el alcohol y cubrir las patatas con caldo de pollo. Dejar hervir a fuego lento durante unos 25 minutos o hasta que las patatas estén tiernas.

No se ha incorporado sal ya que el caldo de pollo lo aporta y al reducir por evaporación se concentra el sabor del caldo y el chorizo. Ahora hay que probar y rectificar el punto de sal y trocear el chorizo en rodajas.