- Alternativa con chipirones: Esta receta se puede hacer con calamares o, si prefieres, con chipirones. Ambos ingredientes son igualmente válidos y dependerá de tus preferencias.
- Punto de cocción de los calamares: Es importante recordar que los calamares tienen dos puntos de cocción: uno rápido (de pocos minutos, como cuando se cocinan anillas rebozadas o a la plancha) y uno largo. Si se cocinan demasiado rápido, se endurecen al perder jugos, por lo que es necesario un tiempo de cocción más prolongado para que vuelvan a estar tiernos, como en esta receta.
- Preparar la majada: En una sartén pequeña, dora las rebanadas de pan y los ajos enteros. Una vez dorados, pásalos a un mortero, añade un poco de perejil y una pizca de sal, y machaca todo hasta obtener una pasta. Reserva.
- Sofreír las cebollas: En una cazuela grande, sofríe las cebollas picadas a fuego lento con un poco de aceite de oliva. Cocina durante unos 20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que estén bien pochadas. Añade el tomate triturado y cocina por 5 minutos más.
- Añadir el vino y los calamares: Incorpora el vaso de vino blanco a la cazuela y deja que se evapore el alcohol durante unos minutos. Luego, añade los calamares. Estos comenzarán a soltar agua mientras se cocinan.
- Mezclar la tinta y la majada: En el mortero donde preparaste la majada de pan y ajo, añade la tinta de calamar y un poco de agua para disolverla bien. Incorpora esta mezcla a la cazuela con los calamares.
- Cocinar los calamares: Tapa la cazuela de manera parcial para evitar que salpique la tinta y manche todo. Cocina a fuego medio, removiendo con frecuencia para que los calamares no se peguen al fondo. La cocción debe durar al menos tres cuartos de hora, o hasta que los calamares estén bien tiernos. El tiempo de cocción puede variar según el tipo de calamar.
- Servir: Sirve los calamares con arroz blanco y pan, ya que la salsa es una de las mejores partes del plato y es ideal para mojar.
- Ajustar la consistencia y el sabor: Si los calamares se quedan secos, añade un poco de agua templada para mantener la salsa con una consistencia jugosa. Recuerda que los calamares suelen soltar sal, por lo que es recomendable ser cauteloso al añadir sal. Prueba la salsa cuando comience a espesar y ajusta la sal si es necesario.