- Preparar las verduras: Pica muy bien la cebolla y el ajo. Corta los pimientos en cuadrados no muy pequeños.
- Pochar los ingredientes: Calienta aceite de oliva virgen extra en una cazuela y añade la cebolla, el ajo, los pimientos y una hoja de laurel. Cocina a fuego lento durante 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que las verduras estén bien pochadas.
- Añadir el tomate: Incorpora tres cucharadas de tomate triturado y cocina durante 5 minutos para integrar los sabores.
- Incorporar las patatas y el chorizo: Añade el chorizo entero y las patatas cascadas. Remueve para que se impregnen bien con el sofrito.
- Espesar la mezcla: Añade media cucharada de harina y cocina durante un par de minutos para eliminar el sabor crudo de la harina.
- Añadir el pimentón y el vino: Incorpora una cucharadita de pimentón dulce y remueve rápidamente para evitar que se queme. De inmediato, vierte medio vaso de vino blanco y deja que el alcohol se evapore durante unos minutos.
- Cocinar las patatas: Cubre las patatas con caldo de pollo y lleva a ebullición. Cocina a fuego lento durante unos 25 minutos o hasta que las patatas estén tiernas.
- Ajustar la sal: Prueba el guiso. No es necesario añadir sal inicialmente, ya que el caldo de pollo y el chorizo aportan suficiente sabor. Si es necesario, ajusta el punto de sal al final de la cocción.
- Finalizar el plato: Retira el chorizo de la cazuela, córtalo en rodajas y vuelve a incorporarlo al guiso antes de servir.