- Sustituir el tomate (opcional): Si prefieres usar tomate natural en lugar de tomate triturado en conserva, pela los tomates y retira las semillas antes de utilizarlos.
- Preparar las verduras: Corta las verduras en cuadrados de tamaño regular para garantizar una cocción uniforme. Pica el ajo finamente.
- Tratar la berenjena: Corta la berenjena en tiras y sumérgela en agua con abundante sal y un poco de leche durante unos 30 minutos. Este proceso elimina el amargor de la berenjena. Lava bien para retirar la sal y los restos de leche antes de usarla.
- Sofreír el ajo y la cebolla: En una olla con un fondo de aceite de oliva virgen extra, sofríe el ajo y la cebolla a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente.
- Añadir las verduras: Incorpora los pimientos rojos y verdes al sofrito y cocina durante unos minutos. Agrega el calabacín y la berenjena, mezclando bien para integrar todos los ingredientes.
- Incorporar el tomate y ajustar: Añade el tomate (triturado o natural) al guiso. Agrega sal y una pizca de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate y dar un toque especial al pisto.
- Cocción lenta: Cocina a fuego suave durante al menos una hora y media, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo. El pisto debe quedar jugoso, con poco líquido visible.
- Ajustar el punto de sal: Casi al final de la cocción, prueba el guiso y ajusta el punto de sal según sea necesario.
- Sugerencias para servir:
- Como plato principal, acompaña el pisto con un par de huevos fritos o poché.
- Como guarnición, es ideal para acompañar chuletas de cerdo.
- También puedes utilizarlo como salsa sobre pasta para una alternativa al tomate tradicional.


